LOS MOMENTOS PERDIDOS DE LOS ADOLESCENTES

La decepción y frustración de los adolescentes desde la aparición del Covid-19 aparece en forma de intermitencia e interrupción.

En primer lugar la intermitencia en las clases para niños, adolescentes y jóvenes.

Seguidamente la intermitencia de las relaciones, con amigos y familiares.

Además la intermitencia del desarrollo, intermitencia del aprendizaje, intermitencia de experiencias.

Y finalmente todo esto supone una interrupción y cancelación de parte de su vida.

Una pérdida de momentos cumbre, final de curso, graduaciones, finales deportivas, torneos, competiciones, fiestas,…quizás novios, amigas perdidas y todo ello trae a su existencia dolor, decepción y frustración.

Lo que nuestros jóvenes están sintiendo ahora no es poco y nadie va a devolverles estos momentos perdidos. No volverán a cumplir los 14, 15,16,17,18.. no volverán a graduarse, no…

Por mucho que queramos consolarles sabemos que esto no es algo momentáneo y que requiere que nosotros los padres respiremos hondo cuando veamos su frustración y desánimo y a pesar de todo, ayudemos a nuestros hijos a aceptar y adaptarse a este nuevo entorno.

Igualmente que les ayudemos a ser resilientes y por lo tanto, acompañarles a encontrar la mejor manera de salir más fuertes y resistentes y al final, agradecidos.

Nuestros hijos adolescentes lo que necesitan muchas veces en estos momentos de decepción y frustración es que les escuchemos sinceramente.

Primero ecesitan sentir que no hay  juicios ni comentarios, después que no hay impaciencia en nuestro rostro. Escucha sin pensar que le vas a decir.  Finalmente necesitan que les escuchemos y les comprendamos. Cuando expresan lo que les pasa están elaborando y dando salida a sus sentimientos, descargándose y necesitan que estemos a su lado.

1. TE COMPRENDO “te comprendo, sé lo difícil que es para ti, se que estás luchando y que puede parecer muy injusto para ti. Tienes edad suficiente para comprender lo que está pasando y estoy segura que eres fuerte y tienes recursos para superarlo y estoy aquí, no estás solo”  

El dolor que sienten los adolescentes y jóvenes no es un problema a resolver sino una emoción y un sentimiento que necesitan tiempo para sanar e integrar. Dejar espacio para que ellos encuentren su forma de hacerlo les fortalecerá.

2. NO SOLO TE PASA A TI. No solo te pasa a ti! Poner foco también en los otros no solo en ti, esto que te pasa le está pasando a todos los jóvenes del mundo. Si te pones al servicio de tu comunidad haciendo un voluntariado. Por ejemplo, ayudando a algún vecino mayor a hacer la compra,…te hará sentir mejor contigo mismo y te ayudará con el desánimo.

3. ESTAR AGRADECIDO. Agradecer todo lo que tienes es un gran antídoto para el desánimo.  Estar agradecido por todo lo bueno que tiene su vida. Podemos animar  a nuestros adolescentes a utilizar esta poderosa herramienta que les guiará a ver de forma más positiva su propia existencia. “Se lo difícil que está siendo para ti, se lo desanimado y frustrado que estás. Sé que quieres que esto desaparezca y recuerda que siempre hay algo por lo que estar agradecido”.

4. CREATIVIDAD No podemos dejar  que el desánimo ponga a nuestros hijos en un estado de pausa por el confinamiento. Anímales que hagan aquellas cosas que siempre han querido hacer y nunca encontraban el momento. Que aprovechen este tiempo de inactividad deportiva, social, a veces escolar e incluso familiar (con la familia extensa) para cuando esto termine sentirse satisfecho/a por haberlo superado, enriquecido y hasta sorprendido con todo lo nuevo experimentado.

5. ESTOY ORGULLOSA DE TI. Reconocer a tu hijo adolescente lo bien que lo está llevando ante las decepciones ante la dificultad del momento. Expresar lo orgullosa que te sientes por como gestiona su propia lucha interna y las dificultades del entorno. Necesitan oírnos decir cuanto los queremos y como valoramos su fuerza y su capacidad de recuperación.